El Castillo de la Matrona, monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC), era una fortaleza a orillas del río Júcar (junto al actual pantano El Naranjero) sobre una colina a unos 5 km de Dos Aguas. Por desgracia, su estado actual es de ruina, pudiendo apreciarse solamente algunos de los restos de la antigua muralla.
Un castillo para proteger la comarca
El Castillo de las Matrona formaría parte de la estrategia militar de Jaume I para controlar el territorio recientemente conquistado.
Formaba parte de una red, en el que también se incluirá el Castillo de Chirel, para asegura la frontera sur de Reino de Valencia, así como el paso desde el interior a la costa por la vía del río Júcar. De hecho, el castillo está construido sobre la muela, en un lugar privilegiado de control de los accesos, aprovechando un singular meandro del río.
Se trataba de una fortaleza en altura de difícil acceso, con un alcaide cristiano al mando de una guarnición, que también será responsable del control de las nuevas poblaciones moriscas sometidas.
En 1250 encontramos en la documentación ya el nombre de ambos lugares, cuando el 19 de enero el Rey Jaume I exime de los tributos a la lezda y del portazgo a «Madrona y Duesaigues».
Solo unos días después, el 21 de enero, al regular los tributos en relación con la venta de la sal, vuelve a citar el Castillo de la Madrona.
Ese año de 1250 fue prodigo en menciones para estas tierras, pues el 18 de agosto Jaume I confirma el reparto de tierras hecho en Játiva «et usque ad terminum de Matrona, et de Cortes sicut vadis a rivo inferius usque ad terminum de Sumacarcel», es decir, hasta el ría Júcar y los términos de la Matrona, que incluye como hemos visto a Dos Aguas, así como a Cortes.
En 1256 vuelve a hacerse referencia a los castillos y villas de «Madrorza, de Millars et de Duabus Aquis», en referencia a Madrona y Dos Aguas. Ya en 1292 el Rey ordena la reparación del castillo de Madrona, instrucciones que se repiten en un nuevo escrito de 1341.
Cuando se preveía que la situación militar era inestable, y en previsión de incursiones enemigas, se procedía al abastecimiento tanto de víveres y provisiones, donde se incluían tanto alimentos, agua y medicinas, como armas, así como personal para la custodia y defensa de estos lugares de control, para que pudieran aguantar un largo asedio sin tener que abandonar la posición. Estas se reciben en Matrona por parte del Rey Pedro IV en previsión de la acometida que los Reyes de Marruecos y Granada pretendían hacer.
La importancia militar del Castillo de la Madrona y su papel estratégico, de control de la frontera, queda de manifiesto una vez más en 1349, cuando en plena confrontación entre los Reinos de Castilla y Valencia, la llamada Guerra de los Pedros, se ordenaba abastecer diversos castillos, entre los que se citan al de Matrona, Chirel y Otonel.
Tantos avisos y previsiones eran prueba de que el camino del Júcar era uno de los pasos estratégicos para acceder al Reino de Valencia desde el interior.
Parece que la situación se mantuvo estable, como nos indica un testimonio de 1356, en el que indica que un ateque a Valencia por la zona Ayora era complicado, porque era mala tierra y «no poria be entrar per les fortaleses de les terres e trevesures que y són», entre las que sin duda juega un papel destacado la de Matrona.
Durante las visitas al castillo se comprueba lo escogido del lugar para el control de los accesos a través del río Júcar, así como las dificultades para acceder al mismo. El recinto se encuentra amurallado en tres de sus flancos, siendo infranqueable el cuarto, al caer a pico sobre el río.
En su parte interior todavía pueden observarse dos aljibes, para la recogida y almacenamiento del agua de lluvia, y se ha localizado un fragmento de una tinaja de grandes dimensiones que devió subirse con la ayuda de caballerizas, para almacenar cereales u otros víveres.
Texto de Pablo Vidal González.